En 1919, Edward Molyneux abrió su primera casa de modas en París, en el número 5 de la rue Royale, convirtiéndose en uno de los modistos más brillantes de su generación y contribuyendo a la influencia artística de la capital. Reconocido en todo el mundo, vistió a las mujeres más famosas de la época: Greta Garbo, Marlène Dietrich... A partir de 1927, con sencillez y audacia, empezó a crear perfumes que marcarían la historia de la marca y se convertirían en grandes clásicos (Captain Molyneux, Vivre, Vogue...). En 1978, la marca aportó un soplo de libertad con su línea Quartz y confirmó la elegancia de su estilo. Las fragancias Molyneux tienen una herencia única que combina elegancia, lujo y sensualidad...
En 1919, Edward Molyneux abrió su primera casa de modas en París, en el número 5 de la rue Royale, convirtiéndose en uno de los modistos más brillantes de su generación y contribuyendo a la influencia artística de la capital. Reconocido en todo el mundo, vistió a las mujeres más famosas de la época: Greta Garbo, Marlène Dietrich... A partir de 1927, con sencillez y audacia, empezó a crear perfumes que marcarían la historia de la marca y se convertirían en grandes clásicos (Captain Molyneux, Vivre, Vogue...). En 1978, la marca aportó un soplo de libertad con su línea Quartz y confirmó la elegancia de su estilo. Las fragancias Molyneux tienen una herencia única que combina elegancia, lujo y sensualidad...