Revlon Charlie Blue Eau de Toilette Vaporisateur 100 ml

Las fragancias siempre han sabido seguir el ritmo de la evolución de la mujer, pero Charlie Blue es claramente una de las que casi se anticipó a ella y la aceptó. Cuando Revlon sacó Charlie Blue en 1973, el perfumista creó una fragancia que celebraba la liberación de esta mujer recién independizada y ávida de libertad. En el frenesí de estos años de experimentación y posrevolución, en pleno auge feminista, Revlon propuso una fragancia floral y chipre que se dirigiera al otoño y al invierno, en lugar del verano o la primavera que suelen asociarse al género femenino. Aquí la flor no es apacible y tierna, sino libre y abierta, servida por acordes de almizcle, jazmín, sándalo y musgo de roble sorprendentes para la época.

Ámbar, cálida y floral, Charlie Blue es una fragancia con personalidad, para mujeres que por fin se visten a sí mismas. Pantalones, americanas, cigarrillos al tiempo y la libertad de trabajar y ser son el resto de la panoplia de estas damas que se lanzan a la conquista de un mundo que hasta ahora pensaba que podía prescindir de ellas.

Y con el tiempo, ¿cómo sobrevive a los cambios de nuestra sociedad? Revlon creó una fragancia para mujer bastante innovadora en su momento, pero es imposible decir que hoy nos sorprenda. Por el contrario, apreciaremos la nostalgia que podemos sentir al oler su almizcle ligeramente retro, la forma en que están dispuestas las notas, que nos recuerdan aquella época un poco más llamativa, casi frívola. Ahora casi olvidado, es fácil de encontrar a precios bajos, porque Charlie Blue ya no es tan popular como antes, ni la audacia asertiva parece ser la norma en la feminidad. En una época de fragancias edulcoradas hasta la náusea, Charlie Blue es casi como una cápsula del tiempo, tan desfasada. Perfecto para los adictos a los ámbares de perfumería y para los amantes del redescubrimiento de pequeños tesoros.

Las fragancias siempre han sabido seguir el ritmo de la evolución de la mujer, pero Charlie Blue es claramente una de las que casi se han anticipado a ella y la han aceptado. Cuando Revlon sacó Charlie Blue en 1973, el perfumista creó una fragancia que celebraba la liberación de esta mujer recién independizada y ávida de libertad. En el frenesí de estos años de experimentación y posrevolución, en pleno auge feminista, Revlon propuso una fragancia floral y chipre que se dirigiera al otoño y al invierno, en lugar del verano o la primavera que suelen asociarse al género femenino. Aquí la flor no es apacible y tierna, sino libre y abierta, servida por acordes de almizcle, jazmín, sándalo y musgo de roble sorprendentes para la época.

Ámbar, cálida y floral, Charlie Blue es una fragancia con personalidad, para mujeres que por fin se visten a sí mismas. Pantalones, americanas, cigarrillos al tiempo y la libertad de trabajar y ser son el resto de la panoplia de estas damas que se lanzan a la conquista de un mundo que hasta ahora pensaba que podía prescindir de ellas.

Y con el tiempo, ¿cómo sobrevive a los cambios de nuestra sociedad? Revlon creó una fragancia para mujer bastante innovadora en su momento, pero es imposible decir que hoy nos sorprenda. Por el contrario, apreciaremos la nostalgia que podemos sentir al oler su almizcle ligeramente retro, la forma en que están dispuestas las notas, que nos recuerdan aquella época un poco más llamativa, casi frívola. Ahora casi olvidado, es fácil de encontrar a precios bajos, porque Charlie Blue ya no es tan popular como antes, ni la audacia asertiva parece ser la norma en la feminidad. En una época de fragancias edulcoradas hasta la náusea, Charlie Blue es casi como una cápsula del tiempo, tan desfasada. Perfecto para los adictos a los ámbares de perfumería y para los amantes del redescubrimiento de pequeños tesoros.