Serge Lutens difícilmente podría calificarse de "perfumista-creador". Verdadero artista que concibe cada una de sus fragancias como una obra de arte en sí misma, su universo es tan rico como increíblemente escenificado. Para cada fragancia, Serge Lutens crea un nombre poético y una publicidad única. No hay tópicos manidos, ni iluminación estroboscópica con modelos delgadas que recrean las mismas escenas de siempre. Al contrario, Lutens rompe por completo con el mundo gráfico de la perfumería, presentando cada vez cuadros de vídeo específicos de cada una de sus fragancias. Textos, música, fotos y vídeos: mientras que los frascos están despejados, cada spot que los acompaña es rico en intensidad y simbolismo. En cuanto a los aromas, Lutens también apuesta por los sentidos, va a lo esencial (en el sentido más estricto, de hecho), y pone en los frascos "agua", "agua fría", "lana de vidrio" y muchos otros. Y llega incluso a asexualizar sus fragancias, permitiendo que las lleven tanto hombres como mujeres. Una audacia poco común en perfumería. Es una forma diferente de acercarse al perfume, una forma diferente de llevarlo, una forma diferente de crearlo. Lutens es un auténtico OVNI de la perfumería, y una visita obligada si desea volver a conectar con los fundamentos de un arte antiguo y tradicional.
Serge Lutens difícilmente podría calificarse de "perfumista-creador". Verdadero artista que concibe cada una de sus fragancias como una obra de arte en sí misma, su universo es tan rico como increíblemente escenificado. Para cada fragancia, Serge Lutens crea un nombre poético y una publicidad única. No hay tópicos manidos, ni iluminación estroboscópica con modelos delgadas que recrean las mismas escenas de siempre. Al contrario, Lutens rompe por completo con el mundo gráfico de la perfumería, presentando cada vez cuadros de vídeo específicos de cada una de sus fragancias. Textos, música, fotos y vídeos: mientras que los frascos están despejados, cada spot que los acompaña es rico en intensidad y simbolismo. En cuanto a los aromas, Lutens también apuesta por los sentidos, va a lo esencial (en el sentido más estricto, de hecho), y pone en los frascos "agua", "agua fría", "lana de vidrio" y muchos otros. Y llega incluso a asexualizar sus fragancias, permitiendo que las lleven tanto hombres como mujeres. Una audacia poco común en perfumería. Es una forma diferente de acercarse al perfume, una forma diferente de llevarlo, una forma diferente de crearlo. Lutens es un auténtico OVNI de la perfumería, y una visita obligada si desea volver a conectar con los fundamentos de un arte antiguo y tradicional.
