Jean Paul Gaultier Scandal Eau de Parfum

El shock es una marca registrada de Jean-Paul Gaultier, una firma traviesa que da lugar a largos artículos en las principales revistas de moda y a toda una serie de expresiones de horror en los círculos mejor educados. Y con razón. A través de sus creaciones, ya sean de Alta Costura o de perfumería, este genio juega con nuestros tabúes, sea cual sea la época. Sobre todo los relativos a la sexualidad, el glamour y la moral estética mojigata. Así, después de agraciarnos con la fragancia "Classique", con las generosas formas de su famoso corpiño, nos presenta "Scandal", que, como su nombre indica, está destinada a ser la comidilla de los salones parisinos. ¿Por qué? Porque rompe el código de la mujer parisina delicada, refinada y ligeramente ruborizada. Bajo esta fragancia, la mujer es sensual, golosa y con ganas de experimentar. Con un acorde de miel y gardenia, Scandal revela a una mujer absolutamente encantadora y dinámica, pero con un acorde de miel y pachulí, se burla de nuestra ingenuidad y baila sobre nuestras creencias de que las mujeres, esta mujer, deberían ser tan dóciles como la "propiedad" nos quiere hacer creer. Y para acompañar esta voluntad de romper todos los códigos aún vigentes, Gaultier desvela un frasco que, contrariamente a su costumbre, nos presenta un par de piernas esbeltas y cinceladas. Llega el verano y nos descubre el trasero, estas piernas, muslos, pantorrillas... ¡tobillos! Durante tantos años, las mujeres tuvieron el deber de ocultarlos. Una desnudez escandalosa que proclama en voz alta que esta fragancia es la de la libertad: la libertad de disfrutar de un cuerpo que ya no desea esconderse. Diseñada por Daphné Bugey en asociación con Fabrice Pellegrin y Christophe Raynaud, Scandal es "una miel fresca y gourmand que huele a gardenia y naranja sanguina".